La historia de este impresionante mural de 15.67 metros no es solo hablar del nacimiento en sí de «La Catrina» como un icono de la cultura mexicana en el mundo. Diego Rivera además de darle un cuerpo a la Calavera de Posada a quien además hace partícipe, plasmándolo en esta impresionante pieza de arte junto a su amada Frida Kahlo (su equilibrio espiritual). Rivera se refleja a sí mismo como un niño, evocando sus memorias e invitándonos a recorrer esta obra llena de historia y crítica social.
1947 y comienza esta increíble pieza a pedido del arquitecto Carlos Obregón, para el lujoso Hotel el Prado, dividiéndole en 3 partes, las cuales se leen de izquierda a derecha la cual nos ilustra claramente los periodos de la sociedad mexicana; desde la llegada de Cortés pasando por la santa inquisición, la influencia francesa, la separación de la iglesia del estado por Benito Juárez, el periodo del Porfiriato en el cual nace nuestra querida Calavera Garbancera de la mano de Posada para criticar a los nuevos ricos y su admiración por la Europa y sus grandes avances como el cine, la arquitectura y el arte, llegando la la revolución mexicana de la mano de Emiliano Zapata para combatir la desigualdad entre los burgueses, indígenas y clase trabajadora.
Sin lugar a dudas, la obra de Rivera nos deja más que el personaje de “La Catrina”. Nos refleja una mirada de la historia de México; sus periodos y personajes, reflejando una mirada llena de critica social, para admirar, contemplar y analizar.
Un mural impresionante que a pesar del tiempo, los terremotos y la gran obra de restauración, sobrevivió y sigue más vigente que nunca dentro de sociedad Mexicana.
El Mural Completo «Sueño de una tarde dominical en la Alameda central»
El Museo Mural Diego Rivera
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